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Más sobre Aleh,
Antes de empezar a escribir sobre lo raros y particulares que son mis días y más aún con los 30 casi cerca.
Déjenme contarles más sobre mi. 😉
Crecí en una familia muy poco convencional en la que el bullying lo es todo, tengo una pequeña hermana que amo con toda la alma. Termine la universidad a los 20 y me mudé a Veracruz hice una nueva familia con mis amigos, pasamos falta de trabajo, falta de dinero, pero siempre tuve una mano para mi.
Trabajo en hoteles desde entonces, así que me mudé a Huatulco, fui workaholic un tiempo y eso me abrió las puertas de Manzanillo.
Tenía a alguien en ese entonces pero bueno a todos nos han roto el corazón y prometemos odiar al mundo forever, así que tome todo y me fui a Vallarta donde nadie me conocía, o eso creí, resulto ser que conocí a un chico que lo supo todo de mi solo con verme a los ojos. Lo sé, esos amores que vemos en la TV en un maratón de películas para chicas, bueno es lo mismo, no necesitas fingir ser algo o alguien que no eres, solo vas en una cita en la que te comes 10 alitas picosas y comes con las manos sin miedo a que te dejé ahí, es lo que llamo Amor a primeras alitas, y entonces todo el universo conspira para que esa persona sea todo para ti. Y así fue.
El (Manuel), es regio, así que me trajo a vivir a Monterrey.
Trabajo en un hotel, escucho quejas todo el tiempo, todo el día y créanme no es para nada aburrido o tedioso.
Creo que es porque tengo una peculiar forma de ser, soy como un pony rosa que pasea por las praderas no creo que la maldad de la gente sea natural, ni que nos hacemos daño a propósito, creo más bien que somos como los mosqueteros, ya saben todos para uno y uno para todos, eso me hace un poco despegada de las cosas materiales. Veo arco iris todo el tiempo, juro que no me drogo. Y creo que la vida es como un musical. Así que con mi esposo tengo el balance que necesito, así no riego chispas de colores por donde camino.
Estoy escribiendo este blog, no por llamar la atención, creo en las tres cosas que debe hacer una persona antes de morir: plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Bueno, ya planté un árbol, y del hijo ya me ocuparé más tarde, pero creo que escribir un libro es más complicado, así que está es mi versión de escribir un libro.
En este blog hablare de lo que una chica normal de 28 años vive, porque todos vivimos o tenemos experiencias similares.
Creo que es todo por hoy.
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