¡Regrese! ¿Me extrañaron? Nos tomamos unas ligeras y un poquito largas vacaciones, pero regresamos con más del blog y más cariño para todos ustedes.
Mariposas.
La palabra cambio, genera resistencia solo al escucharla. A veces sentimos que las cosas no deberían cambiar, porque están bien como están; nos da miedo que el efecto del cambio no sea para bien.
Pueden ser cambios pequeños como el color de tu cabello o cambios grandes como mudarte a un lugar que no conoces, pero el cambio siempre lo recibimos como a un enemigo.
Muy personalmente creo que ningún cambio es para mal, aún si es uno que te agarro desprevenido, al principio no podremos comprender cómo o porque, pero una vez que le permitimos mostrar su abanico de oportunidades, tenemos frente a nosotros un arco iris lleno de color.
Permitan que los cambios los sorprendan.
Sí dejamos de pelear contra lo viejo, contra lo que no queremos soltar, solo lograremos cansarnos y terminaremos rendidos antes de empezar, deberíamos usar esa misma energía de lucha en construir lo nuevo, y hacerlo algo único.
Recuerden que sin cambios no habría mariposas, nosotros podemos ser y hacer cientos de mariposas si solo dejamos de poner resistencia y le damos una oportunidad a la metamorfosis.
La tierra gira, los días acaban, las noches dejan salir al sol, los años pasan, la vida no se detiene. Los cambios vienen y siguen uno tras otro, porque nosotros seguimos caminando, nosotros estamos vivos aquí y ahora. Y por eso mismo nada puede quedarse estancado; cuándo el agua se estanca empieza a oler mal, se pudre. Lo mismo pasa con nosotros, quedarnos inmóviles nos atrofia.
Sí algún cambio se avecina en su horizonte no se resistan, déjen que les muestre la cara de un nuevo y diferente día, denle la oportunidad de transformar una mariposa para ustedes.
¿Cuál es su opinión?, los leo en los comentarios, recuerden que los quiero.