Hola a todos, ya regrese. Me tome un pequeño break, un respiro ligero recientemente cambie de trabajo y tuve que hacer unos ajustes a lo cotidiano pero el blog ya está de regreso.
Melón o sandía.
Todos nos hemos sentido entre la espada y la pared, en ese preciso punto en donde los caminos se abre y no sabes si tomar izquierda o derecha. Ese sentimiento nos destroza las neuronas y nos oprime por dentro.
Pero la vida no es como el juego de la Oca, no hay respuestas correctas y tampoco incorrectas.
Sí ustedes en éste momento se sientan contrariados en una situación, donde no saben que elegir, melón o sandia, izquierda o derecha, por miedo a equivocarse. Quiero que sepan que no hay error en lo que decidan.
Sí eligen sandia, y se sienten felices, y todo sale bien, porque resultó ser una buena elección que los lleva a donde pensaron que estarían. Sandia está bien y ustedes también.
Sí por el contrario escogieron melón, y pasado el tiempo se caen y les cuesta levantarse; y miran hacia atrás y piensan tal vez me equivoque. También está bien y melón está bien.
Melón nos hace retarnos a nosotros mismo a levantarnos y nos regala aprendizajes, que nos serán útiles más adelante en el camino de la vida. Nos ayuda a pegarnos cuando nos quebramos. Así que algo que sirve como pegamento para uno mismo, no puede ser tan malo.
Equivocarnos no es tan malo, como nos hacen creer.
Las encrucijadas en las que nos vemos envueltos, en realidad no están aquí para demostrarnos si tomamos la decisiones correctas o no. Su razón de ser va más allá de eso, están aquí para enseñarnos a levantarnos, para recordarnos nuestro propio valor y lo más importante enseñarnos a ser felices sin importar que elegimos.
Esto no es un programa de concursos, en ellos cuándo pierdes, simplemente perdiste, y ya. Nosotros estamos en un camino gris y blanco, rojo y azul, verde y multicolor, nítido y no; un camino en el que si nos equivocamos. Nos levantamos, nos sacudimos y seguimos caminando. Porque los errores solo son errores cuándo te quedas en ese punto atrapado, si logras asumirlo como enseñanza y continuar por el camino con la frente en alto, deja de ser error y se convierte en experiencia.
No tengan miedo a tomar sus decisiones, ¿melón o sandía?, ¿y qué pasará al otro día?, lo que decidan será para bien aun cuando pueda tardar un poquito más en llegar. No se trata de tener razón, se trata de ser firmes y seguir caminando.
Regreso la próxima semana.
PD. Los extrañé.