Hace unos días recordé una de mis leyendas favoritas. Una leyenda sobre un pez, una cascada y un dragón.
La historia dice, que hace muchos años un grupo de peces koi, nadaba en un río de China; hasta el momento que se toparon con una cascada. Algunos se negaron a subir por la cascada y perder su belleza al golpearse contra una roca durante la difícil subida. Y peor aún, morir. Así que no tomaron el riesgo y siguieron su camino lejos de la cascada.
Pero otro grupo, empezó a dar saltos contra la cascada, soñando con alcanzar la cima, imaginando como sería allá arriba. Unos demonios que se encontraban cerca, aumentaron el flujo de la cascada para hacer más difícil la misión de los koi, y hasta se reían de ellos.
Aun así, los peces no desistieron y uno de ellos, logró alcanzar la cima. En ese momento una luz en el cielo, al ver todo el esfuerzo y dedicación, lo transformó en un dragón de oro. Un dragón de sabiduría que podía surcar los cielos.
Nosotros todos los días estamos en el viaje a la cascada, decidiendo que tipo de pez queremos ser. Sí queremos dejar de nadar hacia la cima, o sí vamos a transformarnos en un dragón.
A veces, vemos la distancia entre nosotros y la cúspide de la cascada, calculamos el esfuerzo, el tiempo, y decidimos que no queremos enfrentarnos a todo aquello. No tomamos el riesgo.
Así como los peces tenían miedo a perder su belleza y por vanidad abandonaron un sueño. Nosotros también tenemos miedos, vanidades y banalidades. Y ese es nuestro primer obstáculo, soltar eso que nos detiene, lo que nos amarra al pie de la cascada.
En el camino encontraremos rocas unas más grandes que otras, y seguramente golpearemos de vez en vez contra alguna, pero así aprenderemos a evitarlas y la forma apropiada de sanar. Iremos aprendiendo a distinguir los caminos, a saber cuándo tomar un descanso, a planear y también a disfrutar la vista desde dónde nos encontremos.
Y un día nuestras aletas nos llevaran a la cima de nuestros sueños; ¿acaso no, las victorias son los sueños a los que no renunciamos?
Una vez conquistada una cima, seguiremos con otras más, porque a diferencia de la leyenda, en esta vida, puedes conquistar tantos sueños como quieras e irte transformando en un dragón de diferente color cada vez.
Algunas veces se preguntaran, sí existe una manera más sencilla de llegar a la cima, pero deben recordar que los atajos no existen para llegar a donde realmente vale la pena.
Todos los días tomamos una decisión, ser un pez que al ver la cascada prefiere seguir de largo, o empezar a saltar y subir, alcanzar la cima y sentirnos vivos.
Los leo en los comentarios, y recuerden siempre luchen por sus sueños. Hasta la próxima semana.
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AMV Ortega. (martes, 12 marzo 2019 15:42)
"Prefiero morir de pie a vivir arrodillado" frase atribuida a Emiliano Zapata. Qué más allá de su significado "revolucionario" nos anima a entender que el que persevera alcanza, que es preferible morir intentando conquistar la cima que vivir esperando el final de nuestros días en el mismo lugar de siempre.
Cerati en su canción Adiós escribió: "Poder decir adiós es crecer"; definitivamente soltar todo aquello que nos mantiene en un estadio de confort es mejor liberarlo para que fluya y para nosotros fluir.
PD. Me haré tu fan para que sigas escribiendo.
Damaris DRC (martes, 12 marzo 2019 17:21)
Si duele, es que estoy cerca de mi meta... Nadie dijo que los sueños serian fáciles de cumplir.
Me encanta leerte!!
Gracias.
Jalil Raziel (martes, 12 marzo 2019 19:11)
Una cosa importante
Seguir adelante gracias ala leyenda de nemo
Sara Anell-Noriega (jueves, 09 mayo 2019 20:51)
Siempre van a existir obstáculos/pruebas para alcanzar nuestras metas. Y es de humanos el sentir miedo! Pero como dices, debemos luchar para vencerlos . Gracias por tus mensajes!