Como ser valiente en tres sencillos pasos.

¡Hola a todos! Puedo suponer por sus mensajes que muchos de ustedes me extrañaron, pues yo también los extrañe pero después de todo el ajetreo de la boda, nos fuimos de luna de miel. Aunque ya todo regreso a la normalidad y no se preocupen ya estoy de regreso.

 

 

Como ser valiente en tres sencillos pasos.

 

Voy a iniciar el blog de hoy haciéndoles una pregunta, ¿ustedes se consideran valientes?

 

Yo me hice esa misma pregunta recientemente y la verdad, no me considero una persona valiente. Tengo miedo de muchas cosas, entre las más sencillas, me dan miedo las alturas y el silencio abrumador; y así el frasco se va llenando hasta llegar a cosas más complicadas como, el miedo al fracaso o el miedo a equivocarme.

 

Miedos y alegrías, conviven en mi interior y siento que a veces se mimetizan. Los miedos logran camuflarse con lo que creo que es la madurez o la paciencia, y entonces empiezo a poner peros y trabas para atreverme a dar el paso. Las cuales justificó con razones que siento me son dictadas por el conocimiento o el sentido común.

 

¿Ustedes se sienten como yo?

 

Si la respuesta fue, sí; a continuación les daré la fórmula infalible para ser una persona valiente, más sencillo que los tutoriales de hágalo usted mismo.

 

Recuerdan cuando eran pequeños y se lastimaban las rodillas por estar jugando, y entonces alguien se acercaba a ponernos una bandita. Luego llegaba el momento de retirarse la bandita pero nos dolía un poco porque una parte de la costra se adhería a la bandita, entonces solo pensabas retirarla rápido y sin remordimiento.

 

Así es como debemos ser valientes y dejar los miedos, como retirarte una bandita.

 

A veces no nos atrevemos a dar el paso hacia algo, porque si caemos seguramente dolerá, si fracasamos seguramente se burlaran de nosotros, si no logramos alcanzar una meta seguramente nos aplastará el corazón.

 

Y tratamos de justificar no atrevernos a avanzar, nos ponemos nuestra bandita contra los miedos, que muchas veces confundimos con madurez o cálculos y razonamiento.

 

Lo único que debemos hacer es retirar la bandita.

 

Pensar en que tanto queremos dar ese último pasó y darlo así como nos quitábamos las banditas: rápido y sin remordimiento. Y hacer que eso que deseamos, suceda.

 

Al final sí caemos lo haremos con la frente en alto, sí fracasamos sabremos que hay algo que podemos cambiar la siguiente ocasión y sí nos duele un poco el corazón por no conseguirlo, el mismo corazón nos dará el aliento para volver a intentarlo.

 

Lo he dicho en otras ocasiones, tener miedo no está mal pero dejar que el miedo nos impida luchar por nuestros sueños, eso es otra historia.

 

Cuando tengan miedo, solo retiren su bandita. Rápido y sin remordimiento.

 

Y, sí quieren contarme cuáles son sus miedos, los leo en los comentarios.

 

 

¡Hasta la próxima semana!