Recuerdo la primera vez que me mude. Salí de casa de mis padres, con dos enormes maletas y en espera de ver cómo era el mundo.
Siempre que llega la hora de empacar, te encuentras con toda clase de cosas, que se quedaron guardadas en un cajón. Cosas de las cuales tenemos recuerdos gratos y siempre nos vemos en la situación difícil de decir que se queda y que se va.
La mayor parte del tiempo un vestido o un peluche, es solo eso. Un vestido o un peluche. Cuando nos mudamos, no es así. Mudarse, es como cerrar un ciclo, para dar inicio a otro. Así que cuando llega el momento de guarda un ciclo en maletas, dejamos de ver a las cosas como cosas, y en vez de eso, vemos en un vestido, el cálido verano de la playa. En un peluche el momento de alegría, cuando lo sacaste de la máquina de monedas y como toda tu respiración se paralizo hasta que lograste sacarlo. Un libro, es el libro que te regalaron en la primera navidad que pasaste junto alguien, en fin. Cada objeto toma un valor especial.
Por eso siempre nos preguntamos, como se mete una vida, una etapa, un periodo de tiempo, en una maleta. ¿Cómo puedes llenar la maleta de tantos recuerdos? Y, ¿cómo es que algunos pasan a ser prescindibles?
La verdad es que los recuerdos no van en la maleta.
En la maleta, se guarda ropa, y en cajas puedes guardar libros, peluches, fotos, regalos. Los momentos van en un maletín diferente, uno que se encuentra dentro de nosotros. Pueden llamarle memoria, pueden llamarle corazón, pueden llamarle como gusten. Pero los recuerdos se quedan con nosotros y van a donde vamos.
Tal vez, no los usemos seguido. Tal vez no abramos los baúles llenos de recuerdos a diarios. Pero si un día necesitamos recordar la felicidad del verano del 99 cuando organizaron vacaciones familiares en la playa, o el otoño de finales de curso cuando luciste un vestido y te diste cuenta que la vida apenas empezaba o la primera navidad con la persona que sería tu cómplice del resto del viaje, que se llama vida. Esos momentos estarán contigo.
Todos esos recuerdos son como fotografías y vídeos en nuestra maleta invisible que se guarda dentro de cada uno. Una maleta, que no pesa y que tendrá tanto espacio como sea necesario. Ahí podemos acudir cuando lo deseemos.
Todos los recuerdos tristes o alegres, son sustanciales, los recuerdos fueron momentos y lugares magníficos y cada día que vivimos es una oportunidad de crear recuerdos especiales y guardarlos en nuestros adentros.
¿Cuántos recuerdos tienen en su maleta?
Hasta la próxima semana.
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Gustavo (martes, 12 junio 2018 13:34)
Muy buen blog cada decisión que hacemos es ir avanzando hacia la meta de cumplir nuestros sueños
Jimmy (martes, 12 junio 2018 20:25)
Efectivamente , en las maletas cargas tus pertenencias que te acompañan a una nueva aventura, los recuerdos se quedan en el lugar que estuviste , más tienen viaje asegurado en tu memoria, claro que siempre nos quedaremos con aquellos significativos, esos siempre viajan.
Sara Anell-Noriega (martes, 19 junio 2018 21:18)
Siempre es difícil cuando q te mudas a otra ciudad, a otro estado, o a otro país. Sin embargo, lo más importante no es lo que metemos a la maleta, sino los recuerdos que llevamos en el corazòn y los seres queridos que viajan con nosotros.