Imperfectamente perfecto.

El sol no se puede tapar con un dedo. Ni nuestras imperfecciones se corrigen con maquillaje.

 

Nadie es perfecto. Eso es lo divertido de la vida. Caminamos y nos tropezamos, corremos y terminamos estampados en una gran pared. No imagino nada más aburrido que ser perfectos.

 

Me veo al espejo y encuentro mil y un cosas que no me gustan de mí, analizó las cosas que he dicho y sé que a veces he cruzado la línea, no soy mi mejor fan, aún con mis artículos. Eso es porque no soy perfecta. Y las cosas que me hacen tan imperfecta no las puedo ocultar detrás de mi sonrisa.

 

Aunque de hecho no necesito ocultarlas. Si no tuviera esas imperfecciones no sería yo.

 

A veces la gente piensa, que las imperfecciones no hacen personas inqueribles. No sé, porqué. Ocupamos frases tan desgastadas. ¿Quién te va a querer si dices malas palabras? ¿Si no te peinas? O simplemente sí eres imperfecto.

 

Nuestros defectos no son razón para no querernos.

 

Nuestros defectos son nuestros y de nadie más. Nosotros nos aceptamos así. Nos gustamos y somos felices. Tener defectos, es lo que nos hace humanos, y en esta vida venimos a ser felices y amar, ser perfectos no está en nuestra agenda.

 

Así mismo, la gente a nuestro alrededor nos acepta con todo y defectos.

 

Ustedes pensaban que, soy un perita en dulce.  O creían que, mi marido era el príncipe encantador. Supongo que no.

 

El hecho es que cuando amas. Amas a la persona. No solo a sus cualidades, no separas con una navaja sus defectos y los pones en un contenedor con la leyenda “No abrir nunca”. Eso no pasa.

 

Lo que realmente pasa es que con defectos y cualidades, ves a una persona como lo que es, un conjunto de imperfecciones y de cosas grandiosas, que hacen el mundo diferente.

 

No buscamos a una persona perfecta para  enamorarnos, porque sí así fuese el amor sería un cuento, una leyenda. Nos enamoramos perdidamente porque conocemos nuestros defectos y alguien los encontró maravillosos y nosotros a su vez nos enamoramos de sus desastrosos defectos, las cualidades son como la cereza en un pastel; pero en conjunto somos un remolino de fallas, desperfectos, defectos, virtudes, cualidades, tinturas y colores, que en su mezcla perfecta nos hacen imperfectamente humanos.

 

 

Que les parece, para ser una persona no tan romántica. A veces tengo mis momentos.

 

Hasta la próxima semana.