No era muy afecta a celebrar mi cumpleaños. No me molesta cumplir años. Cada año aprendo cosas diferentes, conozco gente extraordinaria; tantas experiencias, tantos momentos. Creo, que más bien, no era compatible con la idea de ser el centro de atención, no lo sé con certeza.
Puede que necesitará madurez.
Madurez, para entender, que no se celebra un año más o las bienaventuranzas que estén por acontecer ni las vivencias de los 365 días anteriores. Festejas por quienes están contigo.
No cortas un pastel y pides un deseo cuando se apaga la vela, solo por la emoción de tener un años más. Escuchas un canto de “feliz cumpleaños”, esperando que la tonada suene dentro de tu cabeza y como película casera, llene los espacios frágiles que hay entre tus huesos.
Pedimos un deseo, y cerramos los ojos. Probablemente deseamos que ese momento dure una eternidad, que las personas que te rodean sigan contigo, que esa sonrisa que se dibuja en tu rostro perdure, y no se borre por muchas que sean las adversidades.
Cortamos un pastel, para compartir el momento; ese instante en el que a pesar de las caídas, de los baches, y de que no todo es perfecto; todo lo malo desaparece. Y te das cuenta que en todos esos momentos no has estado solo, a pesar de sentirlo así. Todas las personas que te dicen feliz cumpleaños y esperan a que apagues la velita, te han acompañado, han creído en ti. Han sido un pilar.
Cuando eres niño, solo piensas en regalos, dulces y piñatas. Pero el verdadero significado de un cumpleaños, radica, en ver a tu alrededor y encontrarte envuelto de personas que significan todo para ti, y tú lo eres todo para ellas.
Necesite tiempo para entenderlo.
Hoy, no festejo que tengo 29 años. Festejo que tengo personas realmente valiosas a mi lado. Personas que me aman como soy, con lo bueno y lo malo; con mis errores y dudas, y también con mis aciertos. Celebró, que aún y cuando hay muchas personas que no están conmigo, por cual sea el motivo, no olvido todo lo que hacen e hicieron por mí.
No tengo deseo que pedir cuando cierre los ojos, y disipe la luz de la vela, porque tengo más de lo que un día pude llegar a desear. Todo y un poco más. Y, aún y cuando no es perfecto, estoy viviendo un sueño del que no quiero despertar. Mi único deseo, es: que todos ustedes se sientan de la forma en la que yo me siento, agradecida con todos y por todo, felices y completos. Llenos de vida.
Cuando cumplan años, no se preocupen por qué clase de pastel comer o el deseo que pedirán, disfruten de lo que tienen, de lo que son, y sobre todo de la gente que los rodea. Esos momentos no se repiten, al menos no de la misma forma, y no querrán arrepentirse por no disfrutar de un momento, rodeados de personas tan increíbles; como aquellas que nos aman sin importar cuantas veces nos caigamos.
Por eso, feliz no cumpleaños a todos ustedes.
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Mavis Santoyo (martes, 27 marzo 2018 17:49)
Cuanta razón! Yo apenas hace 2 años comprendí lo importante de celebrar un cumpleaños, es el hecho de estar vivo aún y con los seres que amamos
Sara Anell-Noriega (martes, 27 marzo 2018 18:24)
Muy cierto! A festejar que seguimos vivos un año más. Felicidades!