Han escuchado hablar de la teoría del caos, del denominado efecto mariposa, el cuál afirma que el aleteo de una mariposa puede ocasionar un maremoto al otro lado del mundo,
¿Es sorprendente, cierto? Como el más mínimo movimiento, o lo que parece el más pequeño de los aleteos, puede causar grandes oleadas y catástrofes. Increíble, que algo pequeño realmente termina siendo una gran hazaña.
Creo que teoría del caos, se escucha (o se lee) muy fatalista, las pequeñas cosas no se limitan solo al caos sino a todo lo que puede salir bien.
Imagínense, que ustedes son mariposas, de mil colores y tamaños diferentes y de gustos por las flores totalmente distintos, atraviesan el mundo tan gigantesco para ustedes y mueven sus alas, sus pequeñas y diminutas alas, sin saber lo que están provocando; porque mover las alas es de lo más común y normal, en el mundo de las mariposas.
Así sucede en el mundo real, hacemos y deshacemos, por inercia o alguna otra fuerza de las que mueve el mundo y nos sentimos diminutos pensando que no aportamos nada, que lo que hacemos es totalmente inútil y que no llegaremos a ningún lado; sin pensar que cada paso que damos es importante. Y no sabemos si empezamos a crear un tsunami.
Vamos por la vida pensando que somos pequeños, diminutos y que nuestros actos son igual de pequeños que nosotros, olvidando que Roma no se creó en un día y dejamos de celebrar nuestros logros, que siendo grandes o pequeños, son logros; son pasos y dar un paso es algo que no cualquiera puede dar.
Tal vez más que teoría del caos, debería ser la teoría de la grandeza, porque hay muchas cosas que pueden salir mal y millones que pueden salir bien, que empiezan por algo diminuto, algo sencillo, tan simple como respirar y poco a poco va tomando forma de tormenta o de arco iris, supongo que lo sabremos cuando terminemos de aletear.
Nada es pequeño, en realidad. Ni nosotros ni una mariposa, lo importante es seguir moviéndose, seguir volando y aletear.
Hasta la próxima semana.
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Sara Anell-Noriega (martes, 06 febrero 2018)
Un pequeño detalle, una sonrisa, una sola palabra... puede cambiar la vida de otro ser! Así que debemos tener cuidado de lo que hacemos y decimos. Me gusta tu comparación. �