Cuando tenía 5 años, esta época era una de lo más feliz en mi vida, no quiere decir que con la edad la felicidad se desvanece, pero a los 7 años no sabía muchas cosas y creía en otras tantas. Por ejemplo creía en los reyes magos y no sabía lo que era el mundo fuera de mi casa.
Hay una escena que recuerdo mucho en mi memoria; motivo por el cual, hasta hoy en día no suelo ser de los adultos que vean las noticias. Un día mientras estaba en la casa haciendo cosas de niñas, como dejar un desastre en la sala o algo por el estilo, en las noticias hablaron de como un bebe fue encontrado en una ventana en una casa, como si fuera una caja vacía, como si no fuera un saco lleno de vida. En ese momento corrí hacia mi mamá y me aferre a sus piernas con tanta fuerza que mis manos se entumieron lloré mucho y le pedí a mi mama que jamás me dejará. Mi mamá, no tenía una respuesta que una niña 5 años pudiera entender, solo me dijo que siempre estaría conmigo para cuidarme, y es una promesa que ha cumplido.
¿Qué tiene que ver esa historia, con mi época feliz? Tal vez, no me he explicado bien.
Pasaron los años y deje de creer en algunas cosas y me di cuenta de algunas otras. Claro, porque crecí. Deje de creer que los regalos aparecen mágicamente en un árbol, empecé a creer en el esfuerzo de mis padres por hacerme una buena niña y persona. Y empecé a ver el mundo como lo que es, mundo.
Pero hay cosas en las que sigo creyendo, no las enlistaré no quiero aburrirlos, solo sigo creyendo en los niños.
Ahora que ya soy mayor sé que no todos los niños son afortunados como yo, y que si queremos regalar una sonrisa o un momento, debemos hacerlo. Así que adopte una nueva tradición, el año pasado fui al DIF (para mis lectores no mexicanos, es un tipo orfanatorio a cargo del gobierno), a compartir rosca de reyes, chocolate y un poco de mi tiempo, con los niños. No sabía lo lindo que era ver a los niños correr y brincar, saber que a pesar de su historia, siguen siendo niños, tienen sueños, ilusiones y esa inocencia que tiene todos los niños. Si estuviera en el concurso de miss Universo y me hicieran la pregunta, esa que le hacen a las contendientes, mi respuesta sería darle un hogar a todos los niños que no tienen una.
Este año, iré nuevamente, me gusta pensar que si pongo un poco de mí, todos lo haremos, no quiero que piensen que me adorno y que quiero que piensen que soy lo máximo, porque no lo soy. Les escribo estas líneas porque quiero invitarlos a hacer lo mismo, a poner su granito de arena. Puede que no sea mucho, pero podemos cambiar el día de un niño al que no conocemos, eso es más de lo que hacemos normalmente.
Cuando yo tenía 5 años, tal vez no pensaba en los otros niños, pero ya no tengo ni tenemos 5 años, y puede que no se vayan a sentir bien cuando terminen de regalar un juguete, porque yo lloré por 3 días seguidos, no entiendo porque si yo tuve una familia, que me quiere y me sigue tratando como si fuera una niña, creo que hay algo mal conmigo, pero no se trata de que ustedes o yo nos sintamos bien, se trata de que un niño siga siendo niño, que nos salgamos tantito de nuestra burbuja, que pongamos nuestro granito de arena, estoy segura que de poquito en poquito se puede hacer un gran movimiento.
Yo era muy feliz a los 5 años, y espero que podamos aunque sea por un instante feliz a otro.
Si quieren ayudarme a ayudar les dejo mi correo alunamdz@gmail.com
Hasta la próxima semana.
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Edali Moon (martes, 02 enero 2018 16:40)
Para mi si eres lo maximo Sailor Aleh Jupiter!!! �
Sara Anell-Noriega (jueves, 04 enero 2018 12:27)
Tantos niños sin la esperanza de que lleguen los Reyes a su casa.... si es que tienen una..... Bonita labor Ale! Sería bello que cada quien pudiera aportar un granitode arena y colocar una sonrisa en al menos un pequeño.