Recientemente viaje a casa de mis padres, pase unos lindos días en familia. Cuando estaba en la sala de espera, en lo que mi vuelo se enunciaba, veía a la gente ir y venir, algunos felices y otros tristes.
Me imagine muchas historias, desde parejas en su primer viaje, luna de miel, vacaciones con los amigos, caras largas porque alguien se muda por un nuevo trabajo, miles de historias en un solo lugar. Es divertido poner diálogos a las situaciones.
Creo que nada es más honesto que las caras que ponemos en una terminal de autobuses, la sala de un aeropuerto o la terminal de un tren. Cuando alguien tiene que decir, hasta pronto o cuando es un adiós definitivo, las emociones están ahí en los ojos de esas personas. Cuando vas y recibes a alguien se nota la alegría.
Nuestros rostros son tan transparentes como las ventanas de una casa, no podemos esconder lo que sentimos bajo ninguna circunstancia.
Realmente creo que si pasará todo un día en una terminal, podría escribir miles de anécdotas, muchas historias de amor, algunas de aventuras y otras de un inquieto porvenir. Me sentí maravillada por las emociones de la gente.
Una terminal es el simbolismo de la vida. Es decir, no solo para vacacionar tomamos viajes. Todos los días emprendemos un viaje nuevo. Podemos vaciar la maleta de vez en cuando para volverla a llenar de experiencias. Y realmente a veces perdemos el camino, la brújula se avería y el norte cambia de lugar, pero en un punto volvemos a la vereda correcta, con muchas lágrimas en los ojos pero la esperanza de un viaje más tranquilo. Nos despedimos de seres queridos y luego añadimos otros compañeros de viaje. Tenemos mapas que no entendemos pero que nos sirven para saber en dónde estamos.
La vida es una gran terminal, con miles de destinos, algunos pueden gustarnos más que otros, y claro algunos son solo vuelos de conexión, pero día a día tomamos nuestro equipaje esperando llenarlo de recuerdos, de experiencias, del mundo; y todos los días regresamos un poco diferentes de como despertamos, porque llenamos nuestra bitácora con nuevas vivencias, pueden ser lindas o no tanto, pero sin duda ocupan un renglón de ese libro.
La vida es una enorme terminal y nosotros somos los capitanes, si el radar falla de vez en cuando, sabremos arreglarlo, supongo que todos los capitanes se las arreglan en altamar, nosotros también podemos.
Los espero la próxima semana.
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Juan Carlos Luna (martes, 14 noviembre 2017 15:23)
Definitivamente prima cada persona tiene una historia que contar��
Sara Anell-Noriega (martes, 14 noviembre 2017 17:17)
Tan padre que es viajar! Visitas a seres queridos, conoces gente, lugares, tantas historias!......
Mavis Santoyo (martes, 14 noviembre 2017 17:52)
Cierto día a día viajamos, llenamos la maleta con esos momentos en familia, amigos, nosotros decidimos quien continúa el viaje con nosotros y quien sale
Edali Moon (martes, 14 noviembre 2017 18:08)
Siento que en mi viaje he tenido de todo cosas lindas, cosas tristes y cosas de tragos amargos pero sabes, tengo momentos grabados en mo mente como fotos que nunca nadie borrrara y eso Alesita se llama felicidad asi de simple :)