La gente suele decir, que uno regresa a donde fue feliz.
Sinceramente lo creo.
Uno siempre regresa a los brazos que le impulsaron sus primeros pasos, al hogar que la vio crecer, llorar, aprender; regresamos a las personas que amamos.
Donde fuimos felices, no es simplemente un lugar, un terreno con ciertas mediadas, o una casa de color azul. Donde fuimos felices, son personas.
Son manos que te ayudaron cuando lo necesitaste, hombros en donde recargarte para descansar, brazos en los que te sentiste segura, regazos que se hicieron para ti. Ese lugar en donde fuimos y seres felices todas las veces que regresemos, ese lugar se llama hogar.
El hogar, lo hacen las personas que viven en ella. No lo hacen la cantidad de cuartos, ni el color de las paredes y mucho menos la cantidad de metros cuadrados que se tenga. El hogar lo forman las risas y los llantos, los retos y los desayunos llenos en pijama. El hogar esta hecho por los maratones de películas y las bromas, lo que hace un hogar cálido, es el calor de los corazones que se aman.
Debo confesar que estoy muy feliz de estar en hogar, tengo uno en Monterrey en donde soy inmensamente feliz; pero me alegra no solo tener un hogar si no dos. Dos lugares felices en donde puedo sentirme protegida y querida. Dos lugares en el mundo en donde no importa el tiempo ni la distancia siempre estamos el uno para el otro.
Las bromas de papá, los abrazos de mamá, la alegría de mi hermana, llenan no solo la casa donde crecí de amor también llena mi corazón. Mi hogar no es la casa ubicada en cierto callejón, mi hogar, es mi familia.
Por eso regresaré siempre a ella, porque crecí feliz, porque sigo siendo feliz y sé que siempre lo seré.
Cuando sientan que perdieron el camino recuerden que en su hogar siempre encontrarán otro camino para seguir.
Les deseo muy buenas noches.
Nos leemos la próxima semana.
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Mari (martes, 07 noviembre 2017 20:55)
Que hermoso
Mavis Santoyo (martes, 07 noviembre 2017 21:04)
Tienes mucha razón, la familia es la familia y el hogar son los corazones que se aman no importando distancias, he de volver al mio algún día
Sara Anell-Noriega (miércoles, 08 noviembre 2017 08:29)
Disfruta tu estancia! Abrázalos, bésalos, rie mucho!